Conversamos con el Dr. Patricio Palavacino quien nos contó más de él, su familia, hobbies y cómo llegó a la odontología y a su nuevo puesto como director de la Clínica Docente de la Escuela de Odontología (CODUC).
Fecha: 3 de junio 2022
Cuéntenos un poco más sobre usted, ¿quiénes componen su familia?, ¿tiene mascotas?
Mi familia está compuesta por 2 hijos, Máximo León de 4 años, que este año entró al colegio, y Fernando Hernán de 18 que entró a la Universidad, también este año. Mi señora Carolina que es abogada de profesión y nuestro perrito que se llama Popito Don Dragón, nombre que le puso nuestro hijo Máximo y que adoptamos luego de ser abandonado.
En esta misma línea doctor, ¿tiene algún hobby?, ¿qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Intento mantener los hobbies que he tenido a lo largo de mi vida, que con mayor o menor frecuencia logro practicar en mis tiempos libres. En el deporte, aunque con poca regularidad practiqué skateboarding y luego longboarding que durante la pandemia abandoné, aunque tengo ganas de retomarlo. Lo que sí mantengo y cultivo es mi gusto por la lectura, sobre todo literatura, poesía y últimamente filosofía, y aprovecho los viajes en metro para leer. También toco guitarra y bajo.
En relación a su profesión, ¿qué fue lo que lo atrajo a la odontología?
Principalmente la posibilidad de ayudar a las personas. Si bien uno podría pensar que es un área reducida, en el sistema estomatognático se manifiestan una serie de condiciones y patologías que son efecto de alteraciones en todo el cuerpo, e incluso en la psiquis de una persona, por lo cual hay que desarrollar un arte diagnóstico que permita identificar estas alteraciones y darles una solución terapéutica, pero a la vez implica la adquisición y generación de habilidades técnicas y de desarrollo de percepción estética, que son un desafío constante y sobre todo hoy, en donde la odontología se enfrenta a cambios paradigmáticos importantes en cuanto a su ejercicio como ciencia médica.
¿Cuáles han sido los principales desafíos que le han tocado en su profesión?
Sin duda la pandemia significó un desafío para todo el personal sanitario, en mi caso como encargado de calidad de un Centro Médico Militar y parte de una Macrozona de Salud, me llevó a asesorar en la implementación de residencias sanitarias en el Comando de Salud del Ejército, trabajando en conjunto con una serie de profesionales sanitarios y militares.
Este trabajo multidisciplinario consistió en ver el diseño y reacondicionamiento de espacios para el aislamiento de funcionarios que requerían de un lugar en donde cursar la enfermedad sin poner en peligro al resto del personal militar y a sus propias familias, movilizándonos dentro y fuera de la región metropolitana, creando y haciendo seguimiento a los flujos y protocolos de estos centros.
¿Cómo recibe este nuevo cargo en la Escuela de Odontología?
Con mucha motivación pero también con humildad, tomando en cuenta el gran trabajo que realizó el Dr. Enrique Neira durante los casi diez años que estuvo liderando CODUC. Tomo, por tanto, la posta de su trabajo teniendo la suerte de haber compartido con él durante un mes el cargo, a modo de inducción, en donde pude aprender de su experiencia y conocimiento acumulado tanto de la Escuela como de la Universidad. Ha sido un privilegio el haber tenido la oportunidad de compartir tanto tiempo con el director saliente.
¿Qué es lo que más le motiva de este nuevo cargo?
Me motiva mucho la posibilidad de dirigir un centro como CODUC en un momento de cambios importantes para la odontología. La pandemia sin duda obligó a la profesión a incorporar una serie de elementos que no estaban tan universalizados en el sector y que modificaron de manera importante el funcionamiento de los prestadores, haciendo que la gestión de la calidad, seguridad en la atención y riesgo, tomaran inusitada relevancia. Todas ellas son áreas en las que me desarrollo desde el año 2017 y que, si bien se encuentran muy trabajadas en medicina, en odontología está en plena evolución, siendo muestra de ello la oficialización del estándar de acreditación para prestadores odontológicos por parte del MINSAL recién en septiembre del año 2021.
¿Hay alguna idea o proyecto que quiera implementar en el corto y largo plazo?
Hay dos proyectos importantes en los que me gustaría avanzar. El primero es la implementación del estándar de acreditación para prestadores odontológicos, proceso que probablemente será largo y desafiante, pensando en que actualmente no existen prestadores acreditados por este estándar. Tendremos que hacer camino al andar, sobre todo en un prestador asistencial-docente como es CODUC.
Otra área que me gustaría trabajar más en el corto plazo, es en la aplicación práctica de la humanización en la atención odontológica, imperativo ético en la formación asistencial de los futuros profesionales y un aspecto que necesita un trabajo constante y metódico, que logre ser un sello distintivo de la atención y formación odontológica en la Facultad de Medicina UC.
¿Hay algún mensaje que le quisiera hacer llegar a la comunidad de la Facultad y especialmente a la Escuela de Odontología?
La formación y atención odontológica durante muchos años fue pensada desde el ejercicio liberal de la profesión en prestadores pequeños, aislados del resto del equipo de salud y en donde el odontólogo era capaz de dar solución por sí sólo a las distintas necesidades de salud oral de la población. Sin embargo, hoy los cambios paradigmáticos en términos epistemológicos de cómo entendemos el proceso de salud-enfermedad-atención de las patologías bucales, ha levantado la necesidad de incorporarse y relacionarse con equipos de salud amplios y otros profesionales sanitarios para dar soluciones desde un punto de vista más holístico.
En estos nuevos paradigmas odontológicos la academia juega un rol fundamental en la formación clínica y CODUC por su parte tiene un rol en la formación asistencial, entregando herramientas a futuras y futuros odontólogos para que puedan incorporarse sin mayores dificultades en organizaciones sanitarias más complejas y exigentes.