Estudio académico UC demuestra el aporte de la asesoría nutricional del paciente en rehabilitación cardíaca

El estudio retrospectivo se realizó en un grupo de 272 pacientes de 59 y 60 años, predominantemente hombres con un evento cardiaco previo, que asistieron a rehabilitación cardiaca entre los años 2003 y 2019. Se compararon cambios en algunos factores de riesgo cardiovascular entre grupos con y sin asesoría nutricional. El grupo evaluado con apoyo nutricional demostró mayor pérdida de peso y disminución de la circunferencia de cintura.

Fecha: 20 de agosto 2021

En el Mes del Corazón, una investigación académica de la carrera de Nutrición y Dietética UC y el Departamento de Enfermedades Cardiovasculares UC, demostró los cambios antropométricos y de presión arterial en pacientes asistentes a rehabilitación cardiaca con y sin intervención nutricional. El estudio de intervención interdisciplinaria, se suma a otro realizado en 2020 sobre hipertensión, otra patología de alta prevalencia en Chile, que supone riesgos aún mayores sin la vigilancia dietaria adecuada.

La rehabilitación cardiaca consiste en un programa multidisciplinario para atender pacientes de alto riesgo cardiovascular y controlar los factores de riesgo, el cual está indicado habitualmente a pacientes de alto riesgo cardiovascular y tiene una duración de 36 sesiones con ejercicio monitoreado y educación del paciente Este programa ha demostrado reducir el riesgo de un segundo evento cardiovascular en pacientes que ya han tenido un evento y mejorar la calidad de vida de ellos; no obstante, el impacto tras su combinación con apoyo nutricional no está clara.

Giovanna Valentino, nutricionista y académica de la carrera de Nutrición y Dietética UC, destacó que el objetivo fue “comparar cambios en el peso, cintura y presión arterial de pacientes asistentes a rehabilitación cardiaca antes y después de incorporar un nutricionista al programa”. La investigación se hizo en un grupo de 272 pacientes que completaron la rehabilitación cardiaca entre el año 2003 y 2019.

Del universo analizado, 144 asistieron entre el año 2003 y 2009 a control habitual, cuando el programa no incluía atención nutricional; y 128 entre el año 2010 y 2019, cuando el programa incluía una atención mensual con nutricionista. La edad promedio era similar en ambos grupos (60 años y 59 años, respectivamente), la mayoría eran hombres (84% y 73%) y habían tenido un evento cardiovascular previo (65% y 74%).

Para la Dra. Mónica Acevedo, cardióloga, profesor titular del Departamento de Enfermedades Cardiovasculares UC, “esta investigación demuestra el trabajo multidisciplinario conjunto en la Facultad de Medicina UC. La profesora Valentino realizó esta investigación con pacientes que acudían al Programa de Rehabilitación Cardiovascular de la Red de Salud UC Christus, demostrando a su término el valor que añade la acción del nutricionista en pacientes con patologías cardiovascular”. Propone, además, que la Facultad de Medicina difunda los resultados de este tipo de investigaciones, tanto a nivel interno como externo, ya que este mismo equipo trabajó en el 2020 un estudio sobre hipertensión, otra patología de alta prevalencia en Chile. 

El estudio se publicó en la revista internacional Journal of Human Nutrition and Dietetics. Los autores de la investigación son: Giovanna Valentino, José Galgani, Mirelly Alamos, Lorena Orellana, Marcela Adasme, Amalia Berrios y Mónica Acevedo.

Giovanna destacó: “El principal hallazgo fue que, incluso ajustando por edad, sexo, factores de riesgo, tipo de prevención e intervenciones médicas; el grupo que recibió intervención nutricional tenía una pérdida mayor de peso y cintura y 4 veces mayor chance de tener una pérdida significativa de peso durante la rehabilitación cardiaca (perdida mayor al 5% del peso). No hubo diferencias en los cambios medios de presión arterial entre ambos grupos, pero sí una mayor proporción de sujetos con una reducción significativa de la presión arterial sistólica en los que recibieron intervención nutricional (reducción mayor o igual a 10 mmHg)”.

La Dra. Acevedo añadió que la alimentación saludable es fundamental en la salud cardiovascular. “Sirve como modificador del riesgo de enfermedad coronaria y cerebro vascular por aterosclerosis y la intervención en diabetes e hipertensión. Estamos preparando un nuevo trabajo conjunto con Giovanna para analizar la prevalencia de ingesta de 5 componentes de la dieta en 600 mujeres de Santiago de distintos niveles socioeconómicos. Esta investigación, obviamente, servirá para intervenir en los aspectos dietarios más débiles, como por ejemplo el consumo de sal, que sabemos ya que es muy alto en nuestra población”, sostuvo. 

En términos generales, Estados Unidos lidera el desarrollo de programas de intervención multidisciplinaria en salud preventiva, pero sabemos que en México también se están formando grupos diversos para la atención del paciente cardiovascular.

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