Junto con 32 estudiantes de 15 países, María Gracia Pavez recorrió distintas ciudades españolas y Bogotá, donde junto a sus compañeros y compañeras pudo recorrer, conocer y sobre todo aprender sobre inteligencia emocional, liderazgo, políticas públicas en salud, educación, desafíos post pandemia, gobernanza, economía, digitalización, entre otros.
Fecha: 28 de diciembre 2021
Recorriendo y aprendiendo
La alumna de cuarto año de la Escuela de Enfermería inició su beca en Madrid con clases en la Fundación Botín. Ahí junto a sus compañeros y compañeras se quedó en una residencia de estudiantes donde reciben a personas de todo el mundo con fines académicos. Luego fueron al Valle del Nansa para realizar trekking, actividades de liderazgo y trabajo en equipo.
Posteriormente, María Gracia viajó a Santander donde siguió con clases en el Centro Botín, lugar que busca incentivar la creatividad a través del arte. “Nos hicimos parte del Camino de Santiago en Galicia; tres días de caminata buscando el propósito que nos hace tener una vocación por lo público. Pudimos reflexionar y ver lugares increíbles como Santiago de Compostela”, cuenta la estudiante.
El viaje continuó con un pasó por Salamanca y por la Universidad homónima, realizando un curso sobre pobreza, desigualdad y los desafíos en América Latina. Al volver a Madrid continuó con clases de inteligencia emocional, liderazgo, políticas públicas de salud, educación, desafíos post COVID-19, gobernanza, economía, digitalización y mucho más.
“En paralelo, desde el comienzo del programa nos pidieron crear un proyecto de innovación en base a un tema y a mí me tocó sostenibilidad. Nos dividieron en equipos multidisciplinarios y cada uno debía hacer el proceso de gestión de proyectos, desde flujos de caja, análisis FODA y de mercado, buscar una problemática y una solución que fuera transversal en Latinoamérica, y hacer un bosquejo del proyecto piloto y presentarlo frente a una comisión”, explica María Gracia.
“La intensidad y carga fueron altas, las clases partían a las ocho de la mañana y terminaban muchas veces después de medianoche, además teníamos un alto ritmo de trabajo, sin embargo pudimos conocernos muy bien entre todos y todas. El grupo era increíble, líderes de toda la región, con distintos intereses: políticos, sociales, económicos, de gobernanza, filosofía, geopolítica o medicina,aprendí muchísimo de ellos”, agrega la estudiante.
Tras su paso por España, el 26 de noviembre viajaron a Bogotá, Colombia. Ahí se quedaron en una residencia estudiantil en alianza con la Universidad de Los Andes de Bogotá. Continuaron con las clases junto a grandes docentes de su Escuela de Gobierno en temas de ética pública, gobernabilidad, y clases con otros grandes exponentes como el Ministro de Vivienda de Colombia (Jonathan Malagón González), y el ex presidente Álvaro Uribe, con clases sobre el conflicto del narcotráfico en Colombia y América Latina.
“El 1 de diciembre presentamos los proyectos de innovación y mi equipo ganó, por lo que con la asesoría de la fundación lo pondremos en marcha durante el 2022 en Cartagena de Indias, Colombia. Consiste en un programa de aprendizaje a través de la experiencia, de hábitos ambientalmente sostenibles, para estudiantes de lo que en Chile sería séptimo básico a cuarto medio”, finaliza María Gracia.
Reflexiones de una experiencia única
La experiencia para María Gracia fue increíble. La resume en algo muy simple pero que no ocurre todos los días, ya que el programa hizo que todos los días su cabeza explotara de asombro, con cada clase, con cada actividad y con cada conversación con los otros estudiantes. Cuenta que es la mejor experiencia que ha tenido en su vida hasta el momento, donde aprendió muchísimo, reafirmó su vocación por lo público y lo pasó increíble.
“Aprendí la importancia de la búsqueda constante del conocimiento, de construir con otros, por más distintos que seamos, y que el consenso no es el punto medio, es lograr encontrar un punto diferente que nos guíe al bien común. Aprendí muchísimo sobre lo necesaria que es la gobernanza, el tener funcionarios públicos con una verdadera vocación, con capacidad de diálogo, de innovación, de dejar atrás las barreras que nos impiden ver lo necesario, entre muchas cosas”.
“La mayor reflexión que me llevo es impactar donde sea que esté, no es necesario tener un título para encontrar la manera de aportar, basta con tener la motivación que nos haga buscar constantemente formas de influir en lo público para lograr un mejor país y una mejor América Latina”.
María Gracia cuenta que volvió a Chile con muchísimas ganas de hacer proyectos, de plantear ideas desde la política, desde la Universidad y su formación de líderes del país, de contagiar a sus amigos, familia, compañeros y compañeras de este mensaje, del que está segura puede marcar la diferencia.
