La Escuela mediante el equipo de Admisión Equidad y con el apoyo del Programa para la Inclusión de Alumnos con Necesidades Especiales, concretó este año el ingreso de Hillary Gallardo, estudiante con discapacidad auditiva.
Fecha: 6 de abril 2022
En los últimos años, la Escuela de Odontología de la Universidad Católica ha trabajado en ampliar las vacantes de las diferentes vías de equidad y una de las que mayor refuerzo necesitaba era el área de admisión para personas con discapacidad.
El proceso de postulación en su primera parte fue guiado por el equipo de Admisión Equidad, quienes realizaron un proceso de orientación y evaluación con los postulantes. Posterior a ello vino la evaluación de PIANE (Programa para la Inclusión de Alumnos con Necesidades Especiales), y finalmente se entrevistó a la estudiante en la Escuela de Odontología.
Hillary Gallardo (22 años) optó por la carrera luego de egresar de Técnico Superior en Odontología, donde descubrió que le encantaba ver a las personas sonreír. Por lo mismo, en un futuro quiere tener su propia clínica dental y ofrecer trabajo a aquellos que lo necesiten. “Mi mayor motivación fue cuando realicé mi práctica. Tener contacto con las personas y ver que muchas de ellas se avergonzaban de su sonrisa me generaba el deseo inmenso de ayudarlas”, comentó la estudiante.
Una vez admitida, la Escuela trabajó junto a PIANE para definir la carga académica de Hillary. La docente a cargo de la alumna, Rosario García-Huidobro, destacó el rol de PIANE: “nos orientaron en las diferencias que hay en el aprendizaje de estudiantes con discapacidad. Por ejemplo, para todas las actividades académicas Hillary cuenta con un intérprete y recibe apoyo de ayudantes que toman apuntes”, contó la docente Rosario García-Huidobro.
“La recibimos con mucha ilusión, creo que para quienes hemos podido conocer a Hillary ha sido una gran alegría pensar que dentro de algunos años será una Cirujana Dentista. Varios de sus compañeros y compañeras se vieron sorprendidos el día de la Bienvenida Novatos al darse cuenta de que había una intérprete, e inmediatamente manifestaron su apoyo a la estudiante”, agregó Rosario.
Hillary comentó que sus principales desafíos como estudiante son comunicacionales. “Eso sí, creo que es un desafío más con mi persona, ya que el ser sordo hace que cueste un poco más pero no significa que no se pueda, y lucharé por mi deseo de ser odontóloga y por supuesto no reprobar ningún ramo, que claro será difícil pero no hay imposibles”.
Refiriéndose a su primer mes de clases presenciales, la estudiante cuenta que han sido tiempos más bien de adaptación y algo de ansiedad por la profundidad de los contenidos, pero que está feliz y agradecida por la oportunidad. “Si bien creo que aún estoy en shock, he tenido una muy buena recepción, todo cuánto he necesitado se me ha dado. Hay un gran equipo donde me siento segura, porque no dudarán en apoyarme en lo que sea necesario”.
La llegada de Hillary a la Escuela es un desafío para toda la comunidad, pero al mismo tiempo una oportunidad de aprendizaje para abrir las puertas a estudiantes con distintos tipos de discapacidad; auditiva, visual o motora. “Nos ayudará a comprender que como carrera de la salud debemos adaptarnos a las diferentes condiciones de las personas y a desarrollar mayores niveles de empatía”, finaliza Rosario García-Huidobro.