La académica Alejandra Espinosa, docente de la carrera Nutrición y Dietética UC, recomienda reforzar una relación positiva con la imagen corporal y con la alimentación en el hogar. El riesgo a padecer trastornos alimentarios afecta alrededor del 12% de los adolescentes chilenos, con mayor prevalencia en mujeres, según evidencia.
Fecha: 30 de junio 2021
El aumento del estrés y la angustia, el aislamiento, la hiperconectividad a redes sociales y el contacto con influencers nocivos en etapas en que se define la identidad son solo algunos de los factores que han contribuido a elevar en un 30% las consultas asociadas a trastornos alimentarios en adolescentes chilenos durante la pandemia. Alejandra Espinosa, académica de la carrera de Nutrición y Dietética UC, explica la importancia de mejorar rutinas de alimentación saludable en el hogar y en familia, que incluyan todo tipo de alimentos así como fortalecer la autoestima valorando las características propias no asociadas a la imagen corporal.
Si bien estos trastornos se asociaron por muchos años a países desarrollados, actualmente se han detectado en diversos países, sin importar el nivel de desarrollo y cultura. Asimismo, estos cuadros predominan en mujeres adolescentes y jóvenes; sin embargo, en los últimos años se ha visto un aumento en la incidencia en hombres y aumento generalizado en todos los grupos etáreos, apareciendo a edades cada vez más tempranas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha ubicado a los TCA entre las enfermedades mentales de prioridad para niños y adolescentes, dado el riesgo para la salud que implican.
Los TCA más frecuentes en la adolescencia son Anorexia Nerviosa (AN), Bulimia Nerviosa (BN), Trastorno por Atracón y Otros Trastornos Alimentarios y de la Ingestión de Alimentos Especificados (Trastornos por purgas, Bulimia nerviosa de frecuencia baja y/o tiempo limitado, trastorno por atracón de frecuencia baja y/o tiempo limitado, entre otros). A nivel internacional, algunos estudios recientes, refieren la prevalencia reportada en adolescentes para anorexia y bulimia entre un 1 y 3%, y en Chile una prevalencia de 3,8% en adolescentes de nivel socioeconómico bajo de Santiago.
Durante la pandemia, se ha evidenciado un aumento importante de estos trastornos, alrededor de un 30%. Lo anterior, según expertos, se debe a una disminución de los factores protectores como interrupción de rutinas, limitación de actividades al aire libre, lo que afecta los patrones de alimentación, sueño y actividad física y bienestar mental.
“El aislamiento social, la exposición a las redes sociales, mayor información -o desinformación- debido a la exposición a influencer , colaboran en la agudización de la vulnerabilidad especialmente de jóvenes en situación de encierro, con poco contacto social, y altamente inseguros respecto de sí mismos, en cuanto a su apariencia y su identidad. Estamos viviendo la tormenta perfecta para que las cifras de trastornos alimentarios sigan en alza, a menos que la familia procure cultivar espacios compartidos, tiempos de alimentación unidos en la mesa y evitar tiempos prolongados de encierro en las piezas”, comenta la especialista en nutrición.
Jorge Álvarez plantea: “existe la creencia de que los TCA son crónicos, que las personas que los padecen vivirán siempre con ellos. Sin embargo, la recuperación es posible con un adecuado tratamiento, siendo el pronóstico mejor cuanto más precoz es el diagnóstico y el tratamiento”. Alejandra Espinosa asegura que la Academia de Trastornos Alimentarios tiene como tarea visibilizar y sensibilizar la gravedad de los TCA y en su último congreso hace un par de semanas destacó la relevancia de la prevención y la pesquisa precoz.
En este contexto, añade, “es muy relevante estar atentos a lo que sucede con nuestros hijos o familares cercanos. Comer en familia es un buen momento para pesquisar y prevenir trastornos de la conducta alimentaria, así como los padres ser un modelo en relación a la alimentación, comentarios positivos relativos a la imagen corporal, neutralidad en relación al peso corporal, tener acceso a alimentos diversos, participar todos en la preparación de alimentos y centrar la belleza y los valores personales más allá de las apariencias”.