Alejandra Parada, PhD. en nutrición, propone a modo de metas una reducción de 5–10% del peso, disminuyendo así la circunferencia de cintura, presión arterial, niveles de glucosa en ayunas, y triglicéridos, y elevando el colesterol HDL. Asimismo, las intervenciones sobre los estilos de vida (dieta y ejercicio) han demostrado que pueden reducir significativamente el peso corporal y los factores de riesgo cardiovascular y tienen efectos favorables, que se mantienen por hasta 3 años.
Fecha: 11 de junio 2021
La obesidad es una enfermedad tan pandémica como el COVID-19. Las autoridades sanitarias han manifestado su preocupación con revertir el alza de peso en las familias chilenas, ello considerando los aspectos de hábitos nutricionales, sedentarismo, encierro, ansiedad y estrés. PhD. Alejandra Parada, académica de la carrera de Nutrición y Dietética UC, compartió algunas recomendaciones para implementar a modo personal y familiar.
Considerado en una época como un problema exclusivo de los países de altos ingresos, el exceso de peso y la obesidad actualmente están aumentando drásticamente también en los países de ingresos bajos y medios, particularmente en las ciudades, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Alejandra Parada comenta que: “En los países en desarrollo, la prevalencia de enfermedades crónicas no comunicables; como hipertensión, diabetes, y enfermedad cardiovascular, están aumentando mucho más rápidamente que en el mundo industrializado. Si bien los problemas de la desnutrición infantil están lejos de resolverse, la nueva pandemia de obesidad y sus enfermedades no comunicables acompañantes están planteando un reto para organizaciones como la OMS”.
El proceso de globalización puede aumentar la inequidad de acceso a alimentación sana entre los países; grupos de alto ingreso gozan de los beneficios de un mercado más dinámico y los de menos ingresos pueden tener disponibilidad de alimentos de menor calidad nutricional. Además, la globalización está afectando la naturaleza de los sistemas agrícolas y de alimentos y alterando la cantidad, tipo, costo y disponibilidad de alimentos para consumo.
La integración de un mercado de productos mundial está afectando los patrones específicos de las dietas, especialmente en los países de ingresos medios, como resultado de: un mayor consumo de aceite vegetal, hecho posible por las políticas comerciales y de producción agrícola; así como un mayor consumo de alimentos altamente procesados, facilitado por las políticas de inversión extranjera directa y comercialización de alimentos a nivel mundial.
Para la nutricionista, la dieta y modificaciones del estilo de vida (estilo de vida menos sedentario), son el primer paso para el tratamiento de la obesidad. “Con ellos se espera lograr una pérdida de peso del 5-10% en un plazo de 6 meses”, precisa. Agrega que actualmente hay una amplia variedad de tipos de dieta recomendadas para el manejo de la obesidad, pero una reducción de la ingesta de energía sigue siendo un componente esencial de la efectividad de cualquier dieta.
Las revisiones sistemáticas y los metanálisis indican que todas las dietas producen resultados favorables cuando se cumplen y que la pérdida de peso inicial puede predecir la cantidad de peso perdido y mantenido durante hasta 4 años. Por lo tanto, los factores relacionados con la adherencia son clave en la selección de una dieta. En este sentido uno de los predictores más importantes del éxito de la pérdida de peso temprana, es la adherencia al cambio de comportamiento en adultos con obesidad.
Para el tratamiento nutricional es importante que el paciente conozca metas claras y reales a la condición que presenta, para la baja de peso. Siempre se debe considerar que con este tratamiento se debe influir favorablemente sobre condiciones coexistentes asociadas con la obesidad. Además, para una adecuada planificación alimentaria y con ello lograr una buena adherencia al tratamiento dietético, se debe considerar las expectativas del paciente, disposición del paciente, es decir, conocer las razones y motivación para bajar de peso, historia de tratamientos previo para bajar de peso, conocer las preferencias del paciente sobre la dieta y la actividad física.
Con ello se debe decidir cuál tratamiento o combinación de tratamientos es mejor para lograr la meta planteada. Sin olvidar que la voluntad del paciente de adelgazar es importante para predecir el éxito.
Alejandra Parada, PhD. en nutrición, propone a modo de metas una reducción de 5–10% del peso, disminuyendo así la circunferencia de cintura, presión arterial, niveles de glucosa en ayunas, y triglicéridos, y elevando el colesterol HDL. Asimismo, las intervenciones sobre los estilos de vida (dieta y ejercicio) han demostrado que pueden reducir significativamente el peso corporal y los factores de riesgo cardiovascular y tienen efectos favorables, que se mantienen hasta 3 años.
Algunos consejos para mantener una alimentación saludable que no contribuya al aumento de peso en cuarentena: