Los académicos estuvieron trabajando durante tres semanas junto a pacientes y funcionarios de rehabilitación del Centro Don Orione.
Fecha: 13 de junio 2025
Carolina Tirado y Ricardo Campos de Kinesiología, Andrés Sánchez de Fonoaudiología y Bernardita Severin de Terapia Ocupacional de la Escuela Ciencias de la Salud UC, viajaron hasta Kenia, África, para trabajar junto a pacientes y profesionales del Centro de Capacitación Comunitaria Orione Kaburugi en Nairobi. Proyecto que va alineado con la cooperación internacional en salud y educación de la UC.
Durante tres semanas, los cuatro académicos continuaron con el trabajo iniciado en 2023 por Nicole Parentini y Ricardo Campos, realizando atenciones médicas a usuarios y capacitaciones de rehabilitación a los equipos del centro, cada uno desde su disciplina, pero apoyándose en la colaboración interdisciplinaria.
El Centro Don Orione, tiene una función ambivalente, por un lado, es una escuela para niños de diferentes edades, y paralelamente opera como centro de rehabilitación para los mismos alumnos que asisten. “Son niños muy vulnerables, con grados diversos de discapacidad”, comenta el kinesiólogo Campos.
«La participación de nuestros académicos en Kenia refleja el compromiso de la UC con la salud a nivel internacional. Estas iniciativas de colaboración nos permiten aprender mutuamente, intercambiar conocimientos y enriquecer nuestras experiencias, promoviendo el bienestar y el desarrollo de las comunidades. Creemos que el trabajo conjunto con distintos actores, en distintos lugares del mundo, es clave para generar soluciones innovadoras, desde los espacios hacia el mundo, donde la salud cumple un rol fundamental”, declara Maria Montt, Vicerrectora de Asuntos Internacionales UC (VRAI).
Los inicios del proyecto
Esta iniciativa se enmarca en un convenio de colaboración vigente entre la UC y el Centro Don Orione de Kenia. En el año 2023, dicho acuerdo pudo concretarse en una visita, liderada por Ricardo, en la que se hizo un diagnóstico de la situación del centro y cómo se podrían abordar los problemas identificados.
Dadas las necesidades vistas en Nairobi, una vez en Chile, el equipo de trabajo se tuvo que robustecer y ser interdisciplinario: “Era imposible que solamente del punto de vista de la kinesiología se pudieran abordar los problemas complejos de los niños con discapacidad que se atienden en este centro”, explica el académico Campos.
Así fue como se integró Fonoaudiología y Terapia Ocupacional, para mejorar las prácticas de atención pediátrica a realizar.
Posteriormente, los académicos obtuvieron el financiamiento de la Beca Santander, en colaboración con la Vicerrectoría de Asuntos Internacionales para costear el proyecto de rehabilitación infantil en el Centro Don Orione en Kenia.
Poniendo en marcha el trabajo interdisciplinario
En abril del presente año, los cuatro académicos llegaron hasta Nairobi, donde rápidamente iniciaron su plan de trabajo. “Comenzábamos siempre en la mañana evaluando y atendiendo pacientes de manera interdisciplinaria”, explica Bernardita Severin.
Respecto a lo realizado por cada departamento, si bien se trabajó en equipo en todo momento, no se dejó de lado las particularidades de cada área. Desde Terapia Ocupacional se enfocaron en la evaluación y adaptación de mobiliario. Por su parte, desde Kinesiología se trabajó en el control postural, ligado al manejo de la posición del niño y su movilización.
En cuanto a Fonoaudiología, se vio a pacientes con trastornos de la deglución y comunicación, profundizando en sistemas de ayudas a la comunicación: “Como la población del centro tenía mayoritariamente alteraciones como parálisis cerebral o trastorno del aspecto autista era algo que había que implementar o al menos introducir”, detalla Andrés Sánchez.
Durante las tardes se capacitaba al equipo del mismo centro, conformado por profesionales de las tres áreas. Además, se instruyó a los docentes que trabajaban en la escuela de Don Orione, con el objetivo de incluirlos y empoderar su rol como personas activas dentro del proceso de rehabilitación de los usuarios.
Una mirada de colaboración
La visión de los académicos fue lograr aportar lo más posible, sin imponer prácticas sobre la realidad que se vive en el centro: “Trabajar lo que fuese lo más provechoso para que estos aprendizajes de verdad se incorporaran y se pudiera seguir replicando cuando nosotros no estuviéramos”, cuenta Bernardita.
Lo anterior se evidenció en una situación concreta, cuendo desde Terapia Ocupacional se identificó la necesidad de adaptar sillas y mesas, ya que su forma no era correcta para que los niños tuviesen una buena postura y estabilidad al comer. Para esto, adecuándose a la realidad de allá, Bernardita identificó que, con materiales económicos, se podía adecuar estos elementos, así que los compraron.
“Cuando llegaron los materiales y había que cortar patas de las mesas y de las sillas, terminamos todo el equipo de rehabilitación y de los profesores aportando para poder adaptarlas, y que los niños pudieran comer mejor: siento que el trabajo en el equipo que vimos ahí fue super bonito”, relata Carolina Tirado.
Según comentan los académicos, la recepción que tuvieron tanto de los pacientes, como de los docentes y profesionales del centro es algo que, sin duda, destacan. La relación con estos últimos fue algo que se gestó en base de un mismo objetivo, en palabras de Ricardo: “Nos movía el preocuparnos de los niños e impactar sobre la vida de estos. Y los niños en todas partes son iguales”, idea que facilitó la colaboración.
Gestiones para nuevos proyectos
Los académicos se reunieron con el Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nairobi, donde se discutió la posibilidad de recibir a estudiantes y egresados de Medicina en Chile. Paralelamente, se proyectó la idea de establecer un apoyo desde la UC en cuanto a la creación de la carrera de Fonoaudiología en Nairobi, que está en vías de formación.
Asimismo, visitaron al embajador de Chile en Kenia, acordando formas de apoyo y trabajo en conjunto en este tipo de visitas. Además, visitaron los centros KEMRI y Strathmore, donde expusieron sobre temas de interés frente a la posible colaboración internacional.
“Esta es una oportunidad para darnos cuenta de que tenemos el deber de dar mucho más de lo que estamos dando con todo lo que nosotros sabemos. Y eso lo digo no solo como persona, sino que, como profesionales, como Escuela, como Universidad”, finaliza Bernardita Severin.
Bernardita Severin:
“Lo que me llamó mucho la atención fue que viven con muy poco, y creo que nosotros estamos permanentemente comparándonos con un otro, con lo que el otro tiene, con lo que el otro es, con lo que yo debo ser, y se nos ha olvidado eso: El ser feliz con lo que soy, con lo que tengo y a mí eso me marcó mucho”.
Andrés Sánchez:
“A veces uno como profe está enseñando los alumnos y no sabe todo el poder que tiene en su conocimiento. Y por eso creo que también es muy importante poder seguir aportando al centro”.
Carolina Tirado:
“La recepción que tuvimos fue increíble, la verdad es que nunca sentimos un rechazo por nada. Los niños desde el día uno confianza absoluta con nosotros, yo siento que eso fue super bonito”.
Ricardo Campos:
“Uno podría siempre recalcar sobre la diferencia, pero creo que nosotros como equipo creo que fuimos más sobre lo que nos junta, lo que nos une. Y lo que nos une tanto allá como acá es la fascinación por arreglar lo que podamos la vida de otras personas, y en eso somos iguales”.