El modelo de negocios desarrollado junto a nutricionistas, economistas, ingenieros, asistentes sociales y biólogos de distintos países de América, se implementará como programa piloto en México y Perú, y a futuro espera escalar en otros países que enfrentan la pandemia, así como otros grupos vulnerables.
Fecha: 26 de junio 2020
Bajo el nombre “Micuna” que en lengua quechua significa “comida sabrosa”, un grupo de profesionales interdisciplinarios de América, fue uno de los 3 ganadores del MIT COVID-19 Challenge, en el track de “Fortalecimiento de la oferta de bienes y servicios públicos y privados para los más vulnerables”, una iniciativa del prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts que busca soluciones innovadoras basadas en las tecnologías de información, para enfrentar la crisis sanitaria en Latinoamérica. Cristián Hermosilla, académico de la carrera de Nutrición y Dietética UC fue uno de los líderes de esta iniciativa, que implementará pilotos en México y Perú, atendiendo la necesidad de suministro de alimentos para niños menores de 4 años y sus familias.
“Esta fue una tremenda experiencia, no solo por ver el valor del trabajo multidisciplinarios, sino también la voluntad colectiva de trabajar y cooperar con naciones que enfrentan situaciones límites desde el punto de vista de abastecimiento, seguridad alimentaria y desarrollo sostenible”, asegura el docente UC.
El pasado fin de semana, junto a nutricionistas, economistas, biólogos y profesionales del servicio social de Perú, Guatemala, México y Estados Unidos, el docente chileno participó del desafío del MIT, desarrollando un modelo de negocio –Micuna- basado en un algoritmo, destinado a la planificación alimentaria de óptima calidad nutricional, basada en la dieta mediterránea, además de atender requerimientos de seguridad alimentaria y sustentabilidad, producción verde y protección del medio ambiente.
La idea es vender este modelo de negocio a empresas multinacionales con sus trabajadores activos en modalidad de teletrabajo y con las utilidades entregar alimentación con las mismas características de calidad a familias vulnerables con niños menores de 4 años. “El modelo de negocio además promueve la producción local de cada país y también espera activar a restaurantes y empresas de delivery, y vincularse a comedores sociales. El fin último es proteger a las futuras generaciones, hoy más vulnerables, atendiendo sus necesidades de alimentación segura, saludable y balanceada, con un doble beneficio social y económico”, puntualiza Hermosilla.
El MIT COVID-19 Challenge registró cerca de 40 ideas de proyectos postulantes en distintos canales de acción y profesionales latinoamericanos con diversas habilidades al servicio de un mismo objetivo. Las líneas de trabajo fueron: apoyo a los sistemas de salud, protección de los grupos más vulnerables, prevención de la desinformación, y empoderamiento de las economías informales, los que con apoyo de una red de mentores, desarrollaron proyectos de innovación para atender desafíos transversales que van desde garantizar el bienestar de la fuerza laboral sanitaria y fortalecer la oferta de bienes y servicios, hasta la educación en tiempos de pandemia y soluciones en torno a la inmunización y la red de distribución y conservación de activos de salud.
La iniciativa busca desarrollar soluciones que tengan un impacto significativo en Latinoamérica en el corto plazo (3 a 6 meses). El equipo organizador buscará activamente socios que puedan apoyar la implementación y la preparación de soluciones después del encuentro.