Educación Médica
Denisse Zúñiga
Psicóloga Educacional
Profesora Asistente Adjunto
Centro de Educación Médica y Cs. de la Salud
Facultad de Medicina UC
2020 será recordado como el año en que Covid-19 cambió a la educación superior. La crisis sanitaria obligó a las universidades chilenas a suspender las clases presenciales y los docentes transitaron desde la docencia presencial a la virtualidad total. En circunstancias poco favorables, la adaptación del proceso enseñanza-aprendizaje a nuevos formatos resultó altamente desafiante y una oportunidad para interesantes soluciones creativas. Investigadores en educación y uso de tecnologías identifican diferencias entre los cursos virtuales creados para la docencia en emergencia y la docencia online. Distinciones necesarias a tener en cuenta en la evaluación de la calidad y resultados educacionales a propósito de los cambios realizados en los cursos en contexto de pandemia.
La docencia remota de emergencia (‘emergency remote teaching’o ‘distance teaching’) es una modalidad de enseñanza-aprendizaje que usa simples y variados recursos, por ejemplo, radio, podcast, celular y/o internet para mantener el acceso a la instrucción. Corresponde a la adaptación de contenidos y metodologías desde el formato presencial al remoto con el propósito de enfrentar una crisis. La docencia online (‘online teaching’), en cambio, responde a un diseño instruccional complejo, cuidadoso y planificado, que aborda contenidos, materiales, y aspectos del proceso enseñanza-aprendizaje relacionados con el rol de docentes y estudiantes, tipo de interacción, feedback y evaluación. Cuenta con una apropiada plataforma y soporte técnico para su implementación.
Ambas modalidades presentan ventajas y desventajas. La docencia remota de emergencia es flexible, busca el ajuste rápido o temporal para asegurar la conexión y el aprendizaje de los estudiantes a través de los recursos disponibles en el contexto educativo. Ejemplos típicos son los que se usaron como respuesta a la pandemia, adaptar cursos a formato ‘blended’, reemplazar la clase presencial por cápsulas de video y/o utilizar herramientas de almacenamiento de datos para el envío de tareas. En contraste, la docencia online tiene como ventaja un diseño instruccional que provee de actividades organizadas y programadas anticipadamente a través de una plataforma o ambiente que le permite a estudiantes y docentes interactuar y gestionar de variadas formas aspectos de contenido, evaluación y participación. Puede resultar muy eficiente para el trabajo del docente y la autonomía del estudiante. La docencia remota de emergencia y la docencia online también presentan desventajas. La primera modalidad, al no contar con un cuidadoso diseño y/o soporte puede ver impactado alguno de los resultados del proceso de enseñanza-aprendizaje, por ejemplo, el menor involucramiento de los estudiantes, la sobrecarga de contenidos o el predominio de la actividad sincrónica. La enseñanza online, por su parte, puede no adecuarse a las condiciones particulares de algunos aprendices que, por ejemplo, no disponen de adecuada conectividad o de los dispositivos apropiados para acceder e interactuar con la platafoma.
Si bien la evaluación del cambio hacia la virtualidad es de alto interés para estudiantes, docentes, directivos, e instituciones, la recomendación es evitar la tentación de comparar ambas modalidades. Cómo aprenden los estudiantes con estas modalidades y cuán apropiadamente se pudo implementar y mantener la continuidad de la enseñanza-aprendizaje, son los caminos que permitirán prepararse mejor para la implementación de las próximas versiones de cursos y programas. Sobrellevada la adaptación, lo que viene en educación superior es consolidar la modalidad ‘blended’, ampliar las habilidades digitales de docentes y estudiantes; y a nivel más general, reducir la pobreza digital.
En conclusión, la pandemia aceleró la migración a la educación virtual y sin mediar demasiada planificación ni tiempo nos adaptamos a la crisis. En este escenario, es necesario distinguir entre aquella docencia remota creada en la emergencia y la docencia online. Ambas tienen ventajas y desventajas que, en resumen, ofrecen reales oportunidades para la continuidad del aprendizaje, pero claramente desde condiciones y recursos distintos. La evaluación e investigación orientada a comprender cómo se aprende e identificar las buenas prácticas a través de estas modalidades es relevante. La revolución digital no sólo está impactando la docencia, también cambiando el rumbo que tomará la enseñanza-aprendizaje.
Ideas claves
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