Los egresados de la Facultad de Medicina ejercen con calidad científica y valores éticos, humanistas y cristianos.
Surgimos como un sueño de Monseñor Carlos Casanueva concretado en 1929. Desde ese entonces y gracias al trabajo y dedicación de muchas generaciones de profesores, profesionales, alumnos y trabajadores, nos hemos convertido en la gran Facultad de Medicina que somos hoy.
Hemos encaminado nuestros pasos conscientes de la necesidad de encarar y superar nuevos y complejos desafíos planteados por una sociedad en constante cambio, por el vertiginoso desarrollo del conocimiento, los cambios de la cultura del país y los adelantos tecnológicos.
Debemos poner amor en todo nuestro trabajo, en la docencia, en el trato con los pacientes en la investigación y mirando al mundo, a nuestro país, como un lugar lleno de oportunidades para desarrollar nuestra misión Universitaria.
Estamos orgullosos de nuestra historia y muy conscientes de lo que somos: La Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Una institución compleja, líder en el país y Latinoamérica, que busca la verdad y disemina el saber como un servicio a Chile y a su Iglesia.
Lo que impulsa nuestros esfuerzos para crecer y desarrollarnos como institución es el corazón de nuestra Facultad. Corazón generoso, que late movido por la creación del conocimiento, la formación de personas y la atención de salud centrada en el paciente y su familia.