
Es conveniente recordar que la capacidad gástrica del lactante es pequeña, se recomienda comenzar con raciones pequeñas, aumentando la cantidad a medida que el niño crece.
Inicio con papilla o puré suave, licuado y sin grumos ni trozos de fibra que estimulen el reflejo de extrusión.
El almuerzo se comienza a los 6 meses y a los 8 meses se añade la cena, ambos en reemplazo de la leche de ese horario.
• A los 6 meses: al inicio tienen suficiente con una o dos cucharadas. Puede que al principio al lactante le cueste recibir el alimento o no sepa moverlo hasta el final de su boca y se le caiga o lo escupa, esto es normal. La cantidad aproximada a alcanzar es 100 mL de comida (1/2 taza) y 50 mL de fruta. Si recibe menos de esta cantidad ofrecer mamadera.
• Desde los 8 meses la mayoría de los lactantes a esta edad son capaces de comer alimentos blandos que pueden tomar por sí mismos, llevárselos a la boca (migas de pan, zanahoria cocida, trocitos de papa etc.) y masticarlos. La cantidad aproximada a alcanzar es 150 mL de comida (3/4 taza), más 100 mL (1/2 taza de fruta).
• A los 9 meses generalmente logran llegar a cantidades de 200 mL (1 taza) de papilla y 100 mL (1/2 taza) de fruta, en cada comida. Estas cantidades son referenciales y pueden variar en distintas oportunidades.
Durante las enfermedades intercurrentes se recomienda aumentar la ingesta de líquidos, ofrecer el pecho con más frecuencia y animar al niño a comer sus comidas favoritas, blandas, variadas y apetitosas. Después de la enfermedad ofrecer más comida de lo habitual y animar al niño a que coma.