Dra. Dalila García
Proyecto de Alimentación Saludable del Lactante
Pontificia Universidad Católica
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Durante el segundo semestre de la vida, los lactantes progresan desde una dieta exclusivamente láctea a una que incluye alimentos no lácteos.
La alimentación complementaria consiste en la introducción de alimentos sólidos o semisólidos (papillas o purés), y alimentos líquidos (jugos o agua) en la alimentación principal del lactante que hasta entonces ha sido la leche (sea materna o fórmulas lácteas infantiles).
No es recomendable incluir en la dieta de los niños(as) alimentos que no son beneficiosos para la salud por ejemplo, aquellos alimentos con elevado contenido de energía o calorías, sal/sodio, azúcares o grasas saturadas, como las golosinas, cereales de desayuno azucarados, chocolates, confites, helados, galletas, pasteles, jugos y bebidas, snacks dulces o salados y en general aquellos alimentos rotulados “ALTOS EN” sodio, azúcares, grasas saturadas o calorías.
Estos alimentos son inadecuados para lactantes, contribuyen a generar malos hábitos desde muy pequeños, deterioran la calidad de la dieta, pueden implicar el rechazo de las comidas y contribuyen a desarrollar malnutrición por exceso, carencia de micronutrientes, desarrollo de enfermedades no transmisibles, y caries dentales, entre otros.
