
La alimentación complementaria guiada por el niño, popularmente conocida como Baby Led Weaning, se basa en que sea el propio lactante el que se alimente llevándose la comida a la boca, en vez de ser alimentado con una cuchara por un adulto. En esta práctica, el lactante se incorpora pronto a la comida familiar y comparte su menú, manteniendo la lactancia materna.
Los principales problemas que se plantean respecto a esta técnica son:
• Es difícil garantizar que el lactante reciba suficiente variedad de nutrientes y en cantidad necesaria (por ejemplo de hierro, puesto que la carne no puede ser consumida en trozos).
• Existe riesgo de atragantamiento, de modo que los cuidadores deben estar capacitados en RCP.
• La técnica puede no ser aplicable a todos los niños.
Es una variante más reciente del BLW para mejorar la introducción de sólidos, destaca la necesidad de ofrecer un alimento rico en hierro (licuado o molido) y un alimento energético en cada comida, además de una fruta o verdura.
• Algunas de las verduras que puede usar son: papas, zapallo, betarraga, zanahoria, zapallitos italianos, acelga, espinaca, alcachofa, espárragos, porotos verdes, entre otras. (ver cantidad en tabla 2)
• Para preparar 1 taza, escoja al menos 3 verduras diferentes, le puede agregar carne, pollo.
• Cocine la carne por 20 minutos, luego agregue las verduras y deje hervir por 10 a 20 minutos más.
• La comida debe ser licuada tipo papilla, sin sal ni azúcar y con una cucharadita de té de aceite de canola o soya, una vez preparada la comida.
• Las legumbres (porotos, lentejas, garbanzos), se deben remojar antes ya que acelera el tiempo de cocción, al hidratarlas tienden a aumentar su tamaño inicial; y es precisamente en este momento cuando adquieren su punto de mayor calidad. Se puede mezclar con el puré de verduras. Después de la 2ª semana se puede dar puré de legumbres con fideos, arroz, quínoa, cuscús y 1 cucharadita de aceite de canola y/o soya, sin sal.