Marcelo López Campillay narra el proceso de creación de la carrera de Odontología en la Universidad Católica, esfuerzo que se inició en la década de los 60 y que dio frutos el año 2009.

Fue en la década de 1960, época de intensos debates en torno a diversas apuestas por el cambio social, en que en el seno de la Facultad de Medicina comenzó a erigirse la posibilidad de crear una carrera de odontología. Ese primer impulso fue parte de un proyecto que apuntó a crear una nueva Facultad de Ciencias de la Salud, encabezada por Medicina, a la cual se añadirían odontología, enfermería obstétrica y tecnología médica. Al comenzar la década de 1970 ese impulso no prosperó por una serie de desacuerdos, aunque sí sobrevivió el propósito en torno a la carrera dental, el cual se condensó en el Programa de Odontoestomatología, que funcionó entre 1973 y 1976.
Pasaron más de dos décadas para que la formación de profesionales en odontología prosperara. De hecho, en el inicio del siglo XXI una de las ideas que circuló en los pasillos de la Facultad de Medicina fue la posibilidad de abrirse a la creación de nuevas carreras de la salud. La expansión del mundo universitario nacional y la necesidad de cubrir la creciente demanda de profesionales existente en el sistema de salud fueron algunos de los hechos que incentivaron esa inquietud.
A juicio del doctor Nicolás Velasco, una de las primeras propuestas que fue analizada fue la creación de un bachillerato de ciencias, el cual no contempló inicialmente la formación de odontólogos, pero a la larga dejó sembrado un espacio para el establecimiento de un proyecto docente dental. Luego de varios años de análisis y postergaciones, el paso decisivo comenzó a gestarse en 2009, cuando se inauguró la carrera de Odontología, la cual enfrentó el desafío de consolidar sus bases académicas y económicas en el mediano plazo.
Ese momento de ajustes y aprendizajes logró un hito en el año 2017 cuando se abrió una nueva etapa gracias a la inauguración de la Escuela de Odontología, la cual se transformó en la culminación de una historia que, desde cierta perspectiva, se trazó a lo largo de casi sesenta años. Hoy, la institución ya cuenta con sus primeras generaciones de profesionales egresados, áreas de pregrado y posgrado, y una experiencia necesaria para hacer frente a los desafíos de la salud dental del presente siglo.